Para la instalación de puestas a tierra de sistemas eléctricos, las jabalinas de acero cobre de hincado directo son los elementos más utilizados en la práctica como elemento dispersor y sustituyeron prácticamente a los otros métodos y materiales empleados para este fin. Su instalación es sencilla, rápida y económica, resultan fáciles de inspeccionar, mantener y controlar y correctamente instaladas, brindan una adecuada seguridad en las instalaciones eléctricas.
La experiencia indica que la mejor forma de instalar una jabalina es por hincado directo, a golpes, ya que de esta manera se minimiza la resistencia de contacto tierra-electrodo.
Desde tiempos inmemoriales, esta tarea se realiza golpeando el electrodo de alma de acero de alta resistencia y capa exterior de cobre con un martillo o maza cual clavo gigante. Teniendo en cuenta que la longitud mínima recomendada de una jabalina para una adecuada puesta a tierra es de un metro y medio y que en ocasiones es necesario duplicar o triplicar esta longitud mediante jabalinas acoplables, esta labor se vuelve tortuosa. Por este motivo, y teniendo en cuenta que estamos en el siglo XXI, hemos diseñado una herramienta casera con la filosofía DIY (Do it yourself o hágalo usted mismo) con el objetivo de aprovechar la potencia de un taladro percutor eléctrico para hincar los electrodos en el terreno.
El diseño
La fuente de poder de esta herramienta será un rotomartillo percutor Makita HR2470 que cuenta con un encastre para mechas SDS Plus y puede usarse en tres modos de operación: giro, giro con golpe o solo golpe.
La idea es construir un adaptador con encastre SDS macho en un extremo y una cazoleta que sostenga y golpee el extremo de la jabalina en el otro.
En este caso, el proyecto está basado en la utilización de una máquina con acople tipo SDS Plus ya que es el de la perforadora que utilizamos; pero este diseño puede adaptarse fácilmente a otro tipo de encastres como el SDS Max o un mandril para mechas cilíndricas.
Los materiales
El encastre SDS puede obtenerse reciclado una mecha rota o gastada. Es una buena práctica no descartar estas brocas al fin de su vida útil ya que los encastres se pueden utilizar para construir diversos dispositivos que aprovechen la potencia de las máquinas como ser mezcladores o adaptadores de varias clases.
También existen en el mercado adaptadores SDS para mandril que cuentan con rosca y tornillo que pueden usarse en este proyecto.
Para la cazoleta elegimos un tapón macho de gas de hierro fundido tipo epoxi (puede ser galvanizado o de acero) de rosca de 3/4 y cabeza cuadrada. Este material resulta práctico para nuestro diseño ya que en el hueco cilíndrico de su parte roscada calzan cómodamente jabalinas de diámetro 5/8 y 3/4 y además el prisma rectangular o cabeza donde encastra la boca de la llave es de hierro fundido macizo por lo que presentará buena resistencia mecánica.
El armado
El montaje del dispositivo es sencillo. Las herramientas necesarias para la tarea son un taladro, mechas para metal, amoladora con disco de corte o sierra para metal y elementos de medición.
Medimos el diámetro de la mecha donante. En este caso se trata de una mecha de widia de 5mm.
Seleccionamos una mecha para metales de este diámetro y realizamos un agujero pasante en el centro de la cabeza cuadrada del tapón.
Con la punta de una mecha de diámetro mayor (10 mm) realizamos un fresado cónico en la cabeza del tapón. Este fresado deberá encastrar con la parte cónica del cuello de la mecha SDS.
Medimos el espesor del dado o prisma de la cabeza del tapón y cortamos con amoladora o sierra la parte de la mecha donante que se insertará en él.
Una vez que tenemos las dos piezas mecanizadas y limpias procedemos al ensamble de las mismas.
Para el acople de las piezas se clavará con un martillo la mecha dentro del tapón. Para no dañar el encastre SDS, de colocará un trozo de madera entre el martillo y la mecha.
A modo de refuerzo podrían soldarse las dos piezas. En este caso no lo hacemos porque quedaron sólidamente unidas y durante el proceso de hincado de jabalinas se producirá un remachado entre ambas.
Instalación de jabalinas
Para clavar jabalinas insertamos el dispositivo en el encastre de la agujereadora como si fuese una mecha o cincel.
Debe quedar firme y alineado con el eje de la máquina.
En el selector de modo de funcionamiento del taladro elegimos solo golpe.
Solo resta insertar el extremo de la jabalina en la cazoleta del accesorio y comenzar a hincar la misma en el sitio apropiado. Una vez que el electrodo ingresó los primeros centímetros en la tierra, es conveniente insertar el morseto o tomacable para que no se obstruya la entrada del mismo al deformarse la cabeza de la jabalina por los golpes.
Como también sucede en el método manual, en algunos casos antes de proceder al clavado del electrodo, se deberá perforar o romper la primer capa dura del contrapiso a fin de facilitar el ingreso de la punta del mismo.
El prototipo del dispositivo presentado aquí se comportó correctamente y cumplió perfectamente con la función para la que fue diseñado facilitando el tedioso trabajo de instalación de jabalinas de puesta a tierra. Con la experiencia adquirida, se implementarán futuras mejoras en ergonomía, disminución de vibraciones y resistencia de los materiales.
Por: Leandro Kessler
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