En los últimos doce meses, el sistema de venta prepaga de energía eléctrica, que implementa Edenor desde Julio de 2003, creció un 21,8% respecto del mismo período anterior. Este sistema acumula un 95% de conformidad con el servicio por parte de los usuarios y, según estadísticas de la empresa, los usuarios alcanzaron un ahorro de energía promedio del 30% y su consiguiente beneficio económico.
¿Qué es la electricidad prepaga?
Como su nombre lo indica, se trata de un sistema que permite el uso de energía eléctrica previo pago de la misma. Primero se abona y luego la empresa pone a disposición la cantidad de KWh correspondiente al importe abonado.
De esta manera, el beneficio es doble: para la empresa, se reduce la morosidad en el pago de facturas en lugares sensibles de la sociedad; y los usuarios disponen de un mayor control de su consumo, no se les acumula un alto importe de pago y pueden organizar sus gastos de acuerdo a sus necesidades, aprendiendo a detectar qué electrodomésticos consumen más y administrar así el uso según la disponibilidad eléctrica.
Para ambos, también aparece como ventaja el hecho de eliminar las interrupciones del servicio por falta de pago, que incluye cargos y trámites tediosos, con costos mayores para el usuario (según la legislación vigente, en Capital y Gran Buenos Aires el costo de reconexión varía entre $7,40 y $46,40 más IVA).
En Buenos Aires, la única empresa que lo aplica, por el momento, es Edenor, pero también lo implementan en Tucumán, la empresa EDET, y en Jujuy, la empresa EJESA, y cooperativas eléctricas de las provincias de Misiones, Mendoza y Buenos Aires, entre otras.
¿Cómo se implementa?
Esta nueva modalidad se logra a través de un medidor especial instalado por la empresa, que –en el caso de Edenor- no tiene un costo adicional, y el cual permite cargar diferentes importes de acuerdo a las posibilidades y necesidades del usuario, en Centros de Venta Automáticos o en la Oficina Comercial más cercana.
El usuario debe chequear regularmente su consumo, para no quedarse sin carga, y cuando quiere recargar su medidor, debe comprar un ticket con una determinada carga, con un valor mínimo de $1, y luego, registrar en su medidor esa compra, con un número identificador que se le da en el ticket de compra.
Con las tarifas vigentes en Capital y Gran Buenos Aires, con un ticket de $1 se compran 10,5 kWh, lo que equivale aproximadamente a dos días de consumo.
Estadísticas de su implementación
Según informó Edenor, desde su implementación, en Julio 2003 a abril de 2007, se vendieron un millón de tickets, por un valor total de casi $3 millones, lo cual permitió el consumo de 24,4 millones de KWh (24,4 GWh).
Actualmente, el sistema se implementa en Merlo, con 4300 medidores instalados, y en Escobar, con 100. De una encuesta realizada recientemente por la empresa, surge que el 95% de los usuarios está satisfecho con este sistema y lo prefiere antes que volver a utilizar el tradicional sistema de consumo medido y postpago. Asimismo, se verifica en las estadísticas de la empresa, un ahorro en el consumo de energía del 30%, con la conveniencia económica que ello implica para el usuario.
En la comparación, en los últimos doce meses (ver gráfico 1) el crecimiento en la venta de KWh ascendió al 21,8%.
Por otra parte, el 95% de los usuarios compran tickets por valores de menos de $6.-, siendo la tercera parte de las compras por un importe de $1.- a $1,99.- (ver Gráfico 2).
A pesar de este crecimiento, la venta de energía prepaga representa para la empresa sólo el 1% de sus ventas, siendo aún una experiencia piloto en estadía de prueba.
Gráfico 1 (Fuente de Datos: Edenor)
Gráfico 2 (Fuente de Datos: Edenor)
La experiencia en el interior del país
En Febrero de 2003, EJESA comenzó a implementar el sistema en 50 viviendas de Campo Verde, un lugar donde se concentra mucho turismo y el consumo es esencialmente estacional.
Por otra parte, varias Cooperativas brindan este sistema en distintos lugares de la provincia de Misiones, Mendoza (en Godoy Cruz), Buenos Aires (Carmen de Areco, Necochea),
Algunas de estas Cooperativas tomaron el ejemplo de Edenor y avanzaron en la instalación de medidores prepagos para solucionar la alta morosidad, para incluir nuevos clientes, o para brindar otra alternativa para aquellos usuarios a los que se les dificulta abonar una suma por todo un período de dos meses. El pago fraccionado, en algunos casos, puede ser una solución si se organiza y se controla el consumo.
Un sistema que se aplica en todo el mundo
La tendencia del sistema prepago en cuanto a servicio públicos esenciales (electricidad, gas y agua) en el mundo, indica que el sector eléctrico es el que saca ventaja frente a los otros dos. Actualmente, el mercado prepago del servicio eléctrico está disponible en 26 países, la mayoría en vías de desarrollo, con una muy buena aceptación por parte de los usuarios que han valorado sus beneficios.
El primer país que lo implementó fue Gran Bretaña, que lo utiliza desde hace 70 años. Pero el que se difundió como ejemplo fue el de Sudáfrica que lo implementa desde hace aproximadamente 15 años para elevar el nivel de electrificación sobre todo en las zonas más alejadas a los centros de consumo.
Otros países son Estados Unidos, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Brasil, Honduras, Irlanda, India, Irán, Turquía, Costa de Marfil, Nigeria, Singapur, Malasia, Filipinas y otros.
Beneficios del sistema prepago para el operador:
-Eliminación del proceso de lectura de medidores y emisión de recibos.
-No hay servicio de cortes ni reconexiones.
-Eliminación del proceso de entrega de facturas a clientes.
-No hay morosidad, el cliente primero paga por la energía y luego la utiliza.
-Cobro anticipado de la energía.
-Recupero de Deudas.
-Reducción del fraude y hurto de energía eléctrica.
-Mejora de atención al cliente con reconexiones automáticas.
Beneficios del sistema prepago para el cliente:
-Precisión en la medición.
-Fácil uso.
-El cliente controla y administra su consumo.
-El cliente compra energía cuando quiere y en la cantidad que quiera.
-No hay “sorpresas” con las facturas al fin de mes.
-Adquiere una cultura de eficiencia en el empleo de la energía.
Comparacion sistema convencional y prepago
La experiencia de Edenor – Electricidad Prepaga “Acceso y concientización para el consumo de energía a través de sistemas de auto administración”
Explicación de cómo y por qué nace la práctica
En el contexto post- crisis, en el año 2003 se enfrentaba un fuerte empobrecimiento de la sociedad. El 10 % de la población (200.000 clientes) no podía solventar los costos de su demanda eléctrica o tenían dificultades permanentes. La morosidad había aumentado con un altísimo porcentaje de clientes que tenían una deuda con la empresa y se le iba a cortar el suministro. Un 30 % estaba “colgado”, al 14 % le “prestaban” luz y 6% de la población directamente no poseía el servicio. Sumado a esto se observaba que no se utilizaba el recurso energético con criterio de racionalidad.
El sistema de Autoadministración de la demanda Eléctrica, se inició en el año 2002, con una experiencia piloto en el partido de Escobar. En ella, se colocaron 100 Medidores Prepagos entre clientes con muy altas dificultades de pago (cortados, suspendidos, etc).
El sistema que aún hoy está en desarrollo, es voluntario y el costo de la electricidad es igual que para quienes tienen medidor convencional. Se instala un medidor bicuerpo, una parte del medidor, posee un teclado (keypad) y visor, en donde el cliente inserta el número que se presenta en el ticket adquirido, y que se encuentra dentro de la casa. La otra parte del medidor se instala fuera de la casa en altura; en el poste de línea o cruce.
La instalación de los medidores prepagos, corre por cuenta de Edenor. El cliente posee una tarjeta con el número de su medidor, y con ella se identifica en las expendedoras que están instaladas a no más de 15 cuadras del domicilio de los clientes para evitar que tengan que sumar el costo del transporte.
El cliente compra, en un puesto de venta, la energía que utilizará. Recibe como comprobante una factura o ticket con un código numérico, que incorpora en el Keypad de su domicilio. Los pesos comprados de energía, le otorgan una cantidad determinada de crédito de energía que es lo que podrá consumir hasta que se acabe el mismo. La carga de más crédito se puede hacer en cualquier momento. De esta manera, conoce permanentemente la disponibilidad de electricidad restante y el consumo que genera cada uno de los elementos.
La mayor parte de las compras (70%) oscila en tarjetas de 1 a 4$, siendo las tarjetas de 1 a 2 $ las más vendidas con el 32 % de las compras, luego las de 2 a 3$ con el 25 % de las compras y siguiéndole las de 3 a 4$ con el 13 % de las mismas.
En las zonas en las que se instalaron los aparatos, la electricidad es el único servicio público domiciliario con el que cuentan los vecinos. Por medio de la misma, calefaccionan ambientes, obtienen agua potable y cocinan, entre otras cosas.
Problema o necesidad que intenta resolver
En el período en que surgió la necesidad, el alto consumo de energía en sectores más pobres de la sociedad, y la alta morosidad, eran factores sobresalientes.
En estos sectores, las problemáticas relacionadas con los pagos de sus servicios, estaban dadas por sus ingresos irregulares y el hecho de no haber desarrollado hábitos de ahorro que permitieran el pago tradicional de las facturas. Esto, sumado al alto consumo que tenían, hacía que no fuera fácil para estos clientes, afrontar el pago del servicio cada 60 días.
El sistema prepago, permitía a cada cliente conocer el consumo de cada uno de los artefactos de su hogar, logrando un consumo sustentable. Por medio del uso racional y eficiente de la electricidad, se daría lugar al ahorro de energía y de dinero. Con este sistema, se transfería a cada cliente la decisión respecto de los momentos e importes adquiridos en cada compra de energía, lográndose de esta manera limitar su consumo a las posibilidades reales que cada uno de ellos tenía.
Este sistema que busca bajar el consumo a través del uso racional de la energía, permitiría lograr el pleno pago de las demandas por medio del reemplazo del pago convencional de facturas por un sistema pre pago. De esta manera se generarían clientes fidelizados en el tiempo, para quienes formar parte de un sistema formal (insertándose en calidad de clientes), era de suma importancia. Impacto que se logró o espera lograr en la calidad de vida de las personas excluidas:
La morosidad del total de los clientes, que llegó a ser en el año 2003 de 202.812 clientes y de 41.001.800$, pasó a ser, a agosto de 2007, de 94.783 clientes y 31.331.386$.
En relación a los clientes en los que se está instalando el sistema de Medidores Prepagos, la morosidad pasó de 199.772 clientes y 21.790.494$ en el año 2003 a 92.770 clientes y 11.849.936$ en el año 2007. La experiencia generó una satisfacción del 97 % de la población muestreada.
Se logró el pleno pago de las demandas y el 93 % de los encuestados expresaron que el prepago ayudó a mejorar la economía del hogar y a bajar el consumo. Permitió a los clientes conocer la cantidad de energía que se gastaba diariamente y los ayudó a ahorrar y a aprender el consumo de cada electrodoméstico, pudiendo ser ellos quienes administraban su demanda.
Las compras eran de un promedio de 2.7 $ por semana, durando cada peso de energía aproximadamente dos días. Conociendo el consumo de cada aparato, el cliente logró modificar sus hábitos. Con este sistema se logró que el cliente ahorrara un promedio de un 30% de energía, haciéndolo sustentable: pasó de ser de 210 kWh/mes a ser de 130 kwh por mes.
Desde el lado de Edenor, la iniciativa permitió recuperar clientes que estaban en condición de morosidad, eliminando el ciclo de corte y normalización que demoraba mucho y era tan costoso. Por otro lado, la instalación de una tecnología sólida y confiable, permitiría a la empresa amortizar el alto costo de la misma en un tiempo razonable.
Aspectos innovadores o replicables de la experiencia
El sistema de medidores prepagos, permite replicar la experiencia en cualquier zona, para los clientes de la Tarifa 1 residencial. Siempre que el cliente lo desee, se puede instalar el medidor prepago que permite conocer el consumo de cada uno, y autoadministrar la demanda.
El proyecto implicó un desafío muy grande siendo Edenor una de las primeras empresas de Latinoamérica en aplicar esta metodología en una escala considerablemente grande. Operaciones de instalaciones de medidores prepagos se conocían fomentadas desde cooperativas pero no reguladas. Esto hacía que estos proyectos fueran poco fiables, y falibles.
La experiencia ha sido tan exitosa en la etapa inicial de prueba, que se ha expandido la iniciativa en el mismo municipio de Merlo, llegándose a la instalación de 4700 medidores y otros 100 en el Municipio de Escobar. Otras compañías eléctricas del Continente han venido a Edenor a observar cómo se había llevado a cabo el proyecto para poder replicarlo.
Principales obstáculos o desafíos que presenta la práctica
El mayor obstáculo o desafío que se encontró en la práctica de esta experiencia fue la incertidumbre que se tenía respecto de la aceptación del producto.
Clientes que estaban “colgados”, o que gozaban de conexión directa sin pagar la factura, no parecían potenciales demandantes del mismo.
Sin embargo, la aceptación fue muy alta, y aquellos que estaban en situación de morosidad o de robo de energía, decidieron optar por el sistema pago de autoadministración.
Una vez que se comenzaron a ver los resultados de las primeras iniciativas, el producto se hizo expansivo, siendo otros “vecinos” quienes pedían la instalación del medidor.
Fuentes: Fundelec – Edenor – La Nación – Adinelsa
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