Cinco negocios de Machala fueron descubiertos con conexiones eléctricas ilegales, durante varios recorridos de verificación realizados ayer por técnicos de la Empresa Eléctrica Regional El Oro (Emeloro).
El operativo se denominó “Pollo Frito” y se concentró en las inmediaciones de las calles Rocafuerte, Nueve de Octubre y 10 de Agosto.
Personal de la Superintendencia de Control de Energía llegaron hasta el lugar. Revisaron centrales de medidores, acometidas en postes e interiores de los edificios existentes en el área.
En las inspecciones se determinó que un local de repuestos automotrices y un cyber mantenían conexiones directas a la postería, evitando la inclusión de este consumo en su planilla de energía.
John Moreno, superintendente de Control de Energía, indicó que el caso más grave fue el de una agencia de la compañía telefónica Alegro que fue descubierta con acometidas de energía directa realizadas desde el pasado mes de enero, ocasionando ingentes pérdidas económicas a Emeloro.
Sanciones
Moreno indicó que una vez verifi cada la ilegalidad de las conexiones, la sanción para los responsables será la refacturación de las últimas 12 planillas de consumo. Además, se aplicará una multa equivalente al 300 % de lo facturado el último mes.
En lo que va del año, Emeloro ha dispuesto más de 600 refacturaciones por conexión ilegal de redes de energía eléctrica.
Durante el 2007, las pérdidas ocasionadas por el robo de energía mediante este sistema representaron el 11 % de las denominadas “pérdidas negras” reportadas por la distribuidora de energía en la provincia.
Un 15% adicional de este saldo negativo lo constituyen las llamadas pérdidas técnicas originadas en instalaciones eléctricas en mal estado, etc.
En año 2006, Emeloro fue considerada una de las dos distribuidoras de energía eléctrica con mayores niveles de pérdidas económicas en todo el país.
Moreno considera que las cifras actuales representan un avance en el control del problema. Espera que para los próximos meses se pueda continuar con las verifi caciones para evitar que personas desaprensivas continúen cometiendo ilegalidades como estas, acotó.
Robo de energía en zona rosa
Los operativos que realiza la Empresa Eléctrica Regional El Oro contra el hurto de energía esta vez llegaron al sector conocido como zona rosa, que comprende las calles Colón desde la Arízaga hasta Manuel Serrano, donde se detectaron que varios bares y discotecas poseían conexiones clandestinas.
Así como en días pasados se hizo el operativo Pollo frito en los asaderos de la calle 9 de Octubre, en esta ocasión la acción fue bautizada como Rock and Roll, ya que se descubrió que algunos centros de diversión estaban consumiendo luz, conectados directamente de la red eléctrica.
De acuerdo a John Moreno, responsable de la Superintendencia de Control de Energía de Emeloro, el personal actúa conforme a reportes previos de inteligencia que siguen la pista a posibles infractores, comprobándose después que en efecto están robando energía, ocasionando un perjuicio al Estado.
El funcionario señaló que las discotecas sancionadas son Hangover, Jabibi y Vudú, las cuales funcionan en un mismo edificio mientras que Coctelitos El Barman, ubicado a pocos metros, también deberá pagar una refacturación de hasta 12 meses y una multa del 300 % de lo facturado el último mes.
Cabe indicar que toda la responsabilidad recae en la persona que aparece como abonado, es decir como propietaria del medidor, que además deberá afrontar todas las acciones judiciales iniciadas por el departamento jurídico, pues ahora el hurto de energía tiene responsabilidad penal.
Por el mismo sector, además se determinó que un letrero luminoso del centro esotérico y natural Madre Selva tenía conexión directa. Moreno alertó a la población para que denuncie a quienes roban energía o a quienes presta el servicio de manipular los medidores de luz.
El hurto de energía
Los técnicos de las empresas proveedoras de los servicios públicos llaman “disciplina de mercado” a la conducta de los usuarios respecto de sus obligaciones de pago. Surge de comparar la facturación y su cobro con la totalidad del bien que se distribuye. En otras palabras, la operación consiste en establecer cuántos kilovatios de electricidad se compran al mercado mayorista, cuántos se venden, cuántos se cobran, y cuántos no.
El concepto (definitivamente incorporado al lenguaje de las compañías prestadoras con la modernización de los servicios y sus marcos legales durante la década del 90) trata de establecer qué porcentaje de los clientes de sus monopolios naturales evaden el pago del servicio.
Básicamente, se presentan dos situaciones: se roba energía por vía de las conexiones ilegales en los barrios más pobres de las ciudades (donde son muy pocos los clientes regulares), o valiéndose de trucos y ardides sobre instalaciones eléctricas que generalmente están ocultas y alteran los registros de los medidores, con lo que la facturación resulta artificialmente menor.
Entre los casos más comunes de hurto de energía (pérdidas no técnicas, pérdidas negras o pérdidas comerciales) se detectan:
-Conexiones directas a la red (enganches, ganchos o diablitos) aéreas o subterráneas.
-Puentes entre bornes de entrada y salida de medidores.
-Desconexión, desplazamiento, aislación o retiro de puentes de excitación.
-Manipulación de medidores (tanto de componentes mecánicos como eléctricos)
-Adulteración de los dígitos del estado del medidor: mediante apertura o perforación de la carcaza.
-Manipulación o desconexión de transformadores (de corriente y tensión) en mediciones indirectas.
-Modificación de estados, constantes, relaciones de transformación y/o software en equipos de medición electrónicos.
Además de combinaciones varias de todas las anteriores.
La disciplina “o indisciplina” del mercado resulta un indicador de calidad elemental para cualquier compañía. Y está muy claro que si ese valor se dispara a niveles intolerables, el principio de pagar por lo que se consume termina por quebrarse.
No es casual que se utilice el término disciplina, porque -como en las instituciones de todo tipo- cuando ésta se resquebraja los malos ejemplos se multiplican.
Las pérdidas de energía “no técnicas”, producto del hurto entre quienes pueden pagar y violan instalaciones para que sus facturas resulten menores, y de los enganchados en sectores pobres que -sin capacidad de pago- consumen energía sin ningún control, tenderán a elevarse mientras las distribuidoras de energía no realizan las tareas adecuadas para su control.
Fuente: Correo – El diario de todos
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