Cableados extremos

Cableados extremos

Además de la espantosa estética y la desprolijidad absoluta con la que están construidas y reparadas estas redes de distribución domiciliaria de energía eléctrica y telecomunicaciones, se suma un claro riesgo para los habitantes y transeúntes de la zona donde se encuentran instaladas.

La experiencia indica que estos caóticos sistemas generalmente tienden a realimentarse, es decir, en caso de fallas los técnicos o cuadrillas asignadas a su reparación, ante la dificultad de detectar las fallas,  optan por agregar mas cableado aumentando así el volumen de conductores sin uso e incrementando el descontrol y dificultando aún mas las futuras reparaciones.

La experiencia indica que estos caóticos sistemas generalmente tienden a realimentarse,

Las imágenes son elocuentes, en muchas ciudades se repite una imagen similar: Los cables suspendidos tapan la visual, perjudican la estética y hasta pueden ser peligrosos cuando se cortan y quedan suspendidos. Otra consecuencia son los postes necesarios para sostenerlos, que se multiplican y no parece que haya intención de retirarlos.

El tendido subterráneo es más seguro pero mucho más costoso. No requiere el constante mantenimiento que necesita el cableado aéreo por lo que evita la frecuente suspensión del servicio por tareas mantenimiento o fallas.

Los cables suspendidos tapan la visual, perjudican la estética y hasta pueden ser peligrosos cuando se cortan y quedan suspendidos.

 

Los peligros de la electricidad

Cuando una corriente eléctrica de cierta intensidad atraviesa el cuerpo humano, puede llegar a constituir un accidente grave que provoque la muerte, por lo que si bien es indispensable considerar en todo proyecto eléctrico moderno la aplicación de las normas de seguridad, de nada vale todo ello, sino se educa a los usuarios para una adecuada utilización y mantenimiento de las instalaciones y artefactos, de modo que tomen conciencia de los peligros que corren.

El tendido subterráneo es más seguro pero mucho más costoso.

Estos últimos años, el número de accidentes debidos a la corriente eléctrica ha disminuido considerablemente y esta evolución favorable tiene como origen, la aplicación de las modernas normas de seguridad en el proyecto y la ejecución de las instalaciones.

Sin embargo, los peligros debidos a la electricidad no están por ello descartados, en la medida que los usuarios, que obviamente no cuentan con conocimientos técnicos, tomen conciencia de las medidas de seguridad que deben adoptarse en la utilización de esas instalaciones

El principal factor de peligro lo constituye la intensidad de corriente que atraviesa el cuerpo y la duración de su acción, que depende de la tensión existente y de la resistencia que se opone a su paso, que puede variar en función de la característica de los tejidos internos, la forma y superficie de contacto y básicamente de la longitud del recorrido de la corriente.

 

Los efectos de la corriente eléctrica en el cuerpo humano

La corriente eléctrica tiene como efecto excitar y contraer los músculos que atraviesa. La crispación alcanza casi siempre un grado tal, que no es posible librarse de un objeto bajo tensión asido con la mano y en la medida que los músculos respiratorios son también alcanzados, las víctimas pueden perecer asfixiadas.

La corriente que atraviesa el cuerpo influye no sólo en la musculatura, sino también en el corazón. La función del corazón va ligada a un proceso electroquímico y débiles impulsos de corriente que emanan del centro cardioregulador, hacen que el miocardio se contraiga a intervalos regulares.

Otra consecuencia son los postes necesarios para sostenerlos, que se multiplican y no parece que haya intención de retirarlos.

Una corriente de intensidad suficiente proveniente del exterior y que atraviesa el miocardio, altera el ritmo cardíaco, provocando fibrilaciones ventriculares, es decir, movimientos espasmódicos desordenados. Dado que en este caso la circulación sanguínea queda prácticamente interrumpida, la víctima se halla virtualmente en peligro de muerte.

Por otra parte, la corriente provoca también frecuentemente y de forma indirecta, heridas en personas que por una conmoción eléctrica pierden el equilibrio y caen, por ejemplo, de una escalera.

Por otra parte, la corriente provoca también frecuentemente y de forma indirecta, heridas en personas que por una conmoción eléctrica pierden el equilibrio y caen, por ejemplo, de una escalera.

Además, ocurren efectos térmicos dado que cuando una corriente pasa al cuerpo a través de la penetración de un pequeño hilo saliente de un cable bajo tensión, se produce una gran densidad de corriente en dicho punto, que provoca una fuerte elevación de temperatura que originan quemaduras, que en general carecen de gravedad, pero si penetran profundamente, los tejidos destruidos de la piel y de la carne son causa de focos de infección.

Las quemaduras debidas a la acción de la alta tensión con mucho más graves.

En la mayoría de casos, enormes cantidades de energía son liberadas, provocando quemaduras profundas y de gran extensión, con síntomas de infección y a veces, resulta inevitable amputar los miembros afectados.

Por otra parte, cuando un arco eléctrico originado por un cortocircuito alcanza a una persona, el calor puede provocar quemaduras en la piel y lesiones en los ojos, dado que la temperatura en el centro de un arco eléctrico puede alcanzar miles de grados centígrados. Además, puede ocurrir que el calor del arco eléctrico prenda fuego a los vestidos de manera que causen, como efecto secundario, quemaduras peligrosas a las personas y es uno de los orígenes del riesgo de incendio que se producen en los edificios.

Las quemaduras debidas a la acción de la alta tensión con mucho más graves.

 

 

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