Clarence Stucki, un hombre de 91 años de edad que vive en Utah, Estados Unidos, se “colgó” del cable de la luz a través de una conexión ilegal. Esto le permitió contar con suministro gratuito durante seis décadas completas. Lo descubrieron porque llamó a la compañía eléctrica para quejarse del servicio.
Stucki está acusado de robar alrededor de US$ 82000 en energía, pero los funcionarios de Logan Light and Power comentaron que Stucki admitió haber manipulado la línea eléctrica ya en la década de 1940, por lo que el total hurtado es probablemente mucho más alto. Si bien la compañía Logan Light and Power quiere cobrarle los sesenta años impagos de uso del servicio, la ley del estado de Utah establece un límite de siete años para las deudas de este tipo. El monto total que Sucki se vería obligado a pagar sería entonces de unos 82.000 dólares.
Ron Saville, director de la compañía eléctrica, dijo que Stucki ha estado usando la energía de forma gratuita aproximadamente desde la Segunda Guerra Mundial. “Pasó por alto el medidor por un poco de consumo eléctrico”, dijo Saville.
Las autoridades solo descubrieron el puente ilegal en la línea después de que Stucki llamó a su empresa de servicios públicos local para quejarse de un apagón. La cuadrilla de operarios que concurrió a reparar el problema descubrió la derivación ilegal en el techo de la vivienda de tres apartamentos y una carpinteria, todo propiedad de Stucki.
Stucki permanece en su casa de Utah junto a su esposa, y la compañía eléctrica aclaró que no planea meterlo en la cárcel y se conforma solo con recuperar los costos de la energía perdida. “Mis sentimientos personales son que debemos tratar a todos los clientes por igual”, dijo Saville. “Si son culpables de cometer un delito, entonces deberían ser acusados”. Pero agregó: “No vamos a meter a este hombre en la cárcel”.
Durante todo el tiempo que Stucki robó electricidad, corrió un alto riesgo de morir electrocutado, ya que su conexión era muy precaria. Se trataba de un cable enganchado a una raspadura hecha por él mismo en la línea de alta tensión que pasa cerca de su domicilio.
“Un inspector de medidores nunca buscaría allí una derivación ilegal de los cables”, dijo el ejecutivo de Logan Light and Power.
Cuando el anciano llamó a la empresa para quejarse por un corte de luz, se envió de inmediato a un grupo de trabajadores de la firma que debían asegurarse que la instalación estuviera en condiciones. Cuando arribaron al domicilio en cuestión, pudieron observar el trabajo artesanal de Stucki. De ese modo, los técnicos corroboraron que la casa de tres pisos del hombre, junto con su taller de carpintería se encontraban alimentados de energía eléctrica por la conexión ilegal.
La empresa comunicó que no tiene interés de encarcelar a una persona de edad tan avanzada, pero sí desea recuperar los gastos que le ocasionó.
Actualización
Al revisar los datos para la re publicación de este artículo en el nuevo formato de Afinidad Eléctrica, lamentamos enterarnos del fallecimiento del protagonista de esta historia, el habilidoso Clarence Stucki en el año 2002.
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