El objeto del presente trabajo es aportar la información referida a las pérdidas que tienen las Compañías y Cooperativas de distribución de electricidad en Argentina, tanto las totales como, en los casos posibles, las denominadas pérdidas no técnicas.
Las pérdidas de energía eléctrica se pueden clasificar en dos grandes grupos según su origen, y que son:
-Pérdidas Técnicas: Las pérdidas se deben en general a las condiciones propias de las instalaciones. Están provocadas por la circulación de corriente eléctrica a través de la red de distribución. Su magnitud depende entonces de las características de las redes y de la carga a que éstas se ven exigidas.
-Pérdidas No Técnicas: Se consideran pérdidas no técnicas a la diferencia entre las pérdidas totales de un sistema eléctrico de distribución y las pérdidas técnicas medidas. Ello representa para la empresa prestadora del servicio público una pérdida económica. Según el origen puede clasificarse en:
1- Por robo o hurto: comprende a la energía que es apropiada ilegalmente de las redes por usuarios que no tienen sistemas de medición (conexiones clandestinas o “colgados”).
2- Por fraude: corresponde a aquellos usuarios que manipulan los equipos de medición para que registren consumos inferiores a los reales.
3- Por administración: corresponde a energía no registrada por la gestión administrativa de la empresa (errores de medición, errores en los procesos administrativos, falta de registro adecuada, obsolescencia de medidores, errores en los registros de censos de instalaciones de alumbrado público).
Empresas y Cooperativas
Se detallan el nombre y área de concesión u operación de las 30 Empresas distribuidoras en el país (ver Tabla 2) y de las 83 Cooperativas con más de 5.000 usuarios, considerándose esta una magnitud de relevancia para el análisis de las pérdidas (ver Tabla 3).
En la mayoría de las provincias hay Grandes Usuarios Mayores (GUMAs), Grandes Usuarios Menores (GUMEs) y Grandes Usuarios Particulares (GUPA)[1] que compran directamente en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y el Mercado Eléctrico Mayorista Patagónico (MEMSP) [2], y utilizan las instalaciones de transporte de la distribuidora local, remunerando a ésta mediante la figura de Función Técnica de Transporte. No se consideran las pérdidas que pudieran registrar estas transacciones.
El total de Empresas y Cooperativas de distribución demandan ~76 % de la electricidad total del MEM + MEMSP, como se ve la Tabla 1. Las Cooperativas representan el 10 % del total de energía distribuida por Empresas y Cooperativas.
Tabla 1: Distribución porcentual de demande de energía por categoría tarifaria (2006)
Tabla 2: Lista de Empresas Distribuidoras en orden alfabético por provincia
Tabla 3: Cooperativas de Distribución de Electricidad
La magnitud relativa de las empresas que operan el 85 % de la Distribución en Argentina se muestra en la Tabla 4. La denominada Energía Vendida es la facturada a los usuarios, no la entregada a la red de distribución.
Tabla 4: Características de las grandes distribuidoras de electricidad – Año 2006
Pérdidas
Las pérdidas de energía eléctrica en la etapa de distribución, ha sido y es un tema importante en la gestión empresaria. En la década del 80 las pérdidas alcanzaron su máximo nivel en el país en su conjunto. Con la reorganización comercial del sector eléctrico argentino, producido en 1991 y respaldado posteriormente por la Ley 24.065, el abordaje al tema pérdidas ha sido intenso, principalmente por el retiro del Estado de muchas de las empresas distribuidoras y por los nuevos sistemas de gestión aportados por el sector privado. Como resultado se ha registrado un menor nivel de pérdidas.
No hay registros sistemáticos de pérdidas propiamente dichas, ya sean técnicas o no técnicas. Las pérdidas se obtienen por diferencia entre la energía entregada y la energía vendida. Existen iniciativas para confeccionar los balances de energía por niveles de tensión en algunas empresas, información reservada de las mismas a la cual no se pudo tener acceso.
Se resumen en la Figura 1 las pérdidas totales anuales de 25 empresas para el período 1998-2002.
Figura 1: Pérdidas totales por empresa para los años 1998,1999, 2000, 2201 y 2002.
A partir del 2002 se produce una interrupción del trabajo en conjunto de las empresas, entre otras causas, por la situación general del país, la sanción de la Ley de Emergencia Económica y de leyes provinciales que impiden el corte frente al no pago de las facturas. A través entrevistas a informantes clave de las empresas se han conseguido perdidas para el período 2002-2006/2007.
Observando las seréis de valores de Perdidas Totales por ciento de aquellas empresas que tienen datos que cubren el período 1992-2006/2007 (en algunos casos para todo el período, en otros para parte del mismo), se observa que en el período 1992-1999, desde el inicio de la gestión privada, hay una disminución importante de las pérdidas, llegándose a un mínima; en el período 2000-2004 hay un aumento que refleja la situación particular por la pasó el país, y en los últimos años se ha vuelto a valores similares al período 1998-1999-2000. Esto es consecuencia de las intensas actividades que las empresas han desarrollado, sobre todo las privadas, en el combate de las pérdidas no técnicas y también en las obras de remodelación y modernización de las redes de distribución.
Se destaca que el período 1999 al 2003 hubo un aumento aparente de las pérdidas no técnicas en las áreas suburbanas de las capitales de provincia y del gran Buenos Aires. En algunos casos las pérdidas no son tales, sino que se debe a una importante morosidad de pago y a la decisión de las empresas de asumir la energía no cobrada como pérdidas, sobre todo por una cuestión impositiva.
Se ha realizado una elaboración propia de perdidas totales, técnicas y no técnicas de las empresas sobre la base de consultas individuales que aportaron la apreciación de los técnicos acerca de la situación actual. No son valores que se encuentren publicados y deben ser tomados a título indicativo. En la Figura 2 se presentan los mismos.
Figura 2: Perdidas técnicas y no técnicas por empresa.
El 72 % de las empresas tienen una pérdida total debajo del 15 %; 28 % de las empresas tienen perdidas totales con valores entre 18 y 30% y hay una con 40 %. En promedio las pérdidas totales es de 15,7 %.
Puede asegurarse que en materia de Pérdidas Técnicas las empresas argentinas no presentan una situación preocupante, dado que se han realizado inversiones importantes en la modernización de las redes. El 92% tienen valores debajo del 10 %. En promedio las pérdidas técnicas de las empresas es de 6 %.
Desde el punto de vista de la Pérdidas no Técnicas, se han realizado importantes acciones que reflejan buenos resultados. En promedio para las Empresas las perdidas no técnicas es de 9,5 %.
En el caso de las Cooperativas, las autoridades de las mismas aseguran que por la propia organización de las cooperativas y por las características de los mercados atendidos, las pérdidas se asocian a pérdidas técnicas. Se presentan dos situaciones particulares: Concordia (Provincia de Entre Ríos) y Villa Gobernador Gálvez (lindero a Rosario, Provincia de Santa Fe) las cuales muestran valores muy altos con respecto al resto. Habiéndose consultado a ambas cooperativas, aseguraron estar en un proceso de hurto creciente, como consecuencia de los asentamientos registrados en los dos últimos años. Para el caso de Villa Gobernador Gálvez, la cooperativa atiende el área Gran Rosario (oeste) en la cual hay muchas villas de emergencia. Con respecto a Concordia, se destaca que se trata de una de las ciudades con más desocupación en el país.
En la Figura 3 se ha resumido las perdidas totales para el año 2006.
Figura 3: Perdida totales por Cooperativas para el año 2006
En promedio el 84 % de las Cooperativas tiene valores de pérdidas totales debajo del 15 %.
Se observa una gran disparidad de valores de pérdidas, incluso dentro de cada provincia. Por ejemplo el caso de Provincia de Santa Fe, donde hay cuatro cooperativas con pérdidas entre 10 y 15 % y una con 35%. En algunos casos se nota una disminución continua de las pérdidas como el caso de la Cooperativa de Río Grande en la Provincia de Tierra del Fuego.
Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
Se ha indagado específicamente si las Distribuidoras se asisten o tercerizan las acciones contra el hurto o fraude a través de Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Habiéndose consultado con unas veinticinco (25) distribuidoras de las treinta más importantes del país, la respuesta es negativa.
Toda acción contra el hurto o fraude es realizada específicamente por personal de la empresa, asistido por la policía o la gendarmería, de acuerdo al caso, y ante escribano público cuando se culmina con el corte o interrupción del servicio. En el caso de las acciones educativas, como concientización y/o instalación de medidores prepagos o habilitación de tarjetas magnéticas con un consumo tipo, solamente son realizadas por la empresa.
Acciones Realizadas por las Empresas
Se resumen algunas de las acciones mencionadas por las empresas consultadas para reducir las pérdidas.
Abordaje al hurto y fraude
Implementación de incentivos económicos al personal que trabaja en el Área Fraudes porque se exponen a mayor riesgo personal (agresiones, amenazas, etc.)
Campañas de normalización: El contratista informa sobre anomalías y genera una orden de servicio de normalizar. Se interrumpe el suministro, se normaliza y se vuelve a habilitar el suministro.
No todas las empresas pueden abordar la normalización del suministro bajo el argumento de la seguridad, ya que los entes Reguladores Provinciales tienen diferentes criterios al respecto. Algunos autorizan el corte para normalización y otros no.
En general puede afirmarse que las empresas han abordado un proceso de acercamiento a las comunidades, y autoridades locales con el objeto de concienciar a la población sobre el uso racional y eficiente de la energía. Últimamente se han desarrollado campañas educativas, muy generales.
Las prácticas generalizadas, es decir que se llevan a cabo en una u otra empresa, se detallan a continuación:
• Modernos Sistemas de Gestión Comercial.
• Actualización de la base de datos de facturación.
• Incorporación paulatina de usuarios a la transacción comercial.
• Procedimiento de hurto y fraude.
• Construcción de redes de distribución menos vulnerables a la intervención no autorizada.
• Cambio de medidores obsoletos.
• Cambios de medidor con funcionamiento deficiente, estimación de consumos.
• Control, reparación y contraste de medidores retirados de servicio.
• Revisión de servicios con medidor retirado
• Normalización de pilares
• Normalización de situaciones comprobadas de hurtos
• Inspecciones a usuarios con antecedentes de fraude
• Revisión de consumos no estándar o inconsistentes
• Revisión de consumos (seguimiento de la evolución histórica)
• Revisión de servicios suspendidos
• Retiro de acometidas en servicios cortados
• Normalización de barrios cadenciados
• Retiro de acometidas al momento de la suspensión del servicio
• Actualización facturación estimada de Alumbrado público y semáforos
• Control del alumbrado público
• Inspecciones por rubros
• Inspecciones por zonas
• Determinación de pérdidas por área
• Inspecciones periódica en puestos de medición en grandes usuarios
Aplicación de Tarifa Social
Otra forma de abordaje, es la tarifa social. Hay tarifa social que tiene en cuenta el tamaño de la familia y los ingresos. Para el caso de Entre Ríos se subsidian, con aportes del Estado provincial, 130 kWh mensuales. Si el número de integrantes de la familia es mayor de cuatro personas, se subsidian 200 kWh mes. Si los integrantes son 5 o más se subsidian 250 kWh mes. Además, si el beneficiario usa la electricidad para un fin productivo que aumente los ingresos familiares (horno panadero, amasadora, etc.) también se lo encuadra como tarifa social. Para el otorgamiento de la tarifa social se cuenta con el Censo Provincia y es el gobierno quien designa el barrio al que debe aplicar la tarifa social.
Para los que no tienen servicios regulares, o sea los que comúnmente se denominan “colgados de la red“ se abordó el tema instalando limitador de potencia 3,5 A de día y 8 A de noche. Los equipos eléctricos más usados en los barrios carenciados son el calentador eléctrico utilizado para cocina y las estufas eléctricas para calefacción, además de iluminación, televisión, radio y otros.
Se trató de ubicar los focos de hurto y fraude. Esta tarea requeriría consultas con las cuadrillas de obras (pues los servicios están tercerizadas) cuestión muy laboriosa ya que no se pudo conocer la nómina de contratistas. Se entiende que sería la única forma de abordar la búsqueda, ya que no es posible ingresar a la base de datos de las empresas.
En tal sentido, se procedió a investigar al menos para las empresas que cubren la zona de Capital Federal y Gran Buenos Aires, dónde se localizan los barrios de mayores carencias y riesgo social, a efectos de que el comitente pueda visualizar las áreas, ya que son coincidentes, en menor y mayor magnitud, los hurtos de energía con estas áreas.
Se recopiló información en el Centro Información Metropolitano y en estudios del Instituto Infohabitat acerca de la asociación y posibilidades de integración entre barrios cerrados de alto poder adquisitivo y los barrios carenciados que se potenciaron, o que aparecieron como nuevos asentamientos. La correlación entre enclaves marginales y enclaves de lujo la encontramos en la década del 90, cuando se produjo el boom inmobiliario y cuando los asentamientos precarios volvieron a multiplicarse en forma acelerada en la conurbación bonaerense, dándole cabida a grupos de nuevos pobres, que alguna vez tuvieron vivienda y empleo.
Para analizar la situación descripta hemos seleccionado varios municipios de la región, pertenecientes a diferentes zonas. El partido de Tigre en la zona norte; Pilar en el noroeste; Malvinas Argentinas, Moreno y San Miguel, en el oeste; y Esteban Echeverría y Ezeiza en la zona sur. La falta de cobertura de redes básicas (agua corriente, desagües cloacales y pluviales, pavimentación, etc.) es una constante que incide negativamente sobre la calidad de vida urbana.
Con excepción del tendido de redes de electricidad y del servicio de recolección de residuos sólidos (RSU), el resto de las redes que demandan obras de infraestructura costosas, llega a menos del 60 por ciento de los hogares. Puede asegurarse que la cobertura de servicio eléctrico es casi total en el conurbano bonaerense.
A modo de ejemplo, se presentan tres municipios, en donde puede observarse la relación entre enclaves de lujo, enclaves de pobreza y ciudad abierta, con su respectiva localización geográfica.
Si bien se ha recabado la información correspondiente a tres partidos modo de ejemplo, la situación de vecindad de los “guetos de pobreza y de riqueza” se repite en la casi totalidad de los municipios del área metropolitana.
Impacto Económico de las perdidas
A fin de realizar una estimación del impacto económico de las pérdidas se ha considerado el volumen de las pérdidas totales por empresa para el año 2006 y una tarifa promedio residencial en el país de 0,150 $/kWh (0,047 US$/kWh).
Se destaca que para cada empresa y cooperativa los valores de tarifas son diferentes, ya que cada provincia tiene su tarifa aprobada por el Ente Provincial Regulador. Para tener una mínima referencia acerca de la magnitud de las pérdidas económicas, o sea lo que las empresas y cooperativas dejan de percibir como ingreso, pero que sí deben afrontar como egreso, ya que la energía que pierden la deben pagar al valor de la tarifa residencial más económica, se ha tomado una tarifa promedio residencial en el país de 0,150 $/kWh.
En la Tabla 5 se dan las cifras de pérdidas totales y su valoración económica para cada una de las Empresas de distribución que se ha podido conseguir la información, y representan el 90 % de la distribución en argentina. Se han tomado los valores de energía total vendida para el año 2006.
En la Tabla 6 se dan las pérdidas económicas que tienen las Cooperativas debido a las pérdidas totales en la distribución de electricidad.
Tabla 5: Impacto Económico de las Pérdidas Totales de las Empresas Distribuidoras- Año 2006
Tabla 6: Impacto económico de las pérdidas totales en Cooperativas- 2006
Si bien se dijo antes que la situación de pérdidas en las grandes empresas ha mejorado, en términos económicos representan montos muy importantes que podrían destinarse a reemplazo de infraestructura. En las empresas estatales los montos en pesos equivalentes a las pérdidas podrían ser invertidos en mejoramiento de la gestión comercial y en infraestructura. Esto no tiene más alcance que un comentario, ya que no se han estudiado las fortalezas y las debilidades de cada empresa, pero sí puede asegurarse que las pérdidas constituyen una debilidad de la gestión pero también una oportunidad de mejoramiento del negocio. Este no es un tema menor en las zonas muy urbanizadas, como la Capital Federal, donde las redes de distribución se encuentran altamente exigidas por el avance de las edificaciones de muchos pisos.
Estimamos interesante comparar los niveles de pérdidas de Argentina con respecto a otros países. No se dispone de datos específicos, pero de la consulta a expertos resulta que Argentina estaría en mejores condiciones que Brasil y Perú, en iguales condiciones que Colombia y Venezuela especialmente, y en peores condiciones con respecto a Chile
Otra opinión que se ha relevado en las compañías que operan en Capital y Gran Buenos Aires, es que se hace imprescindible un monitoreo constante, con recorridas a los barrios, porque de lo contrario se genera el hurto. Asimismo, últimamente se están registrando nuevos asentamientos que requieren un aporte por parte del Estado, a través del Acuerdo Marco, para regularizar estos nuevos consumos. Se destaca que estos asentamientos se realizan mediante loteos que les otorgan la titularidad de la tierra y los ocupantes levantan sus viviendas sin servicios. Son las empresas de servicios, en el caso de las eléctricas, las que están obligadas por el contrato de concesión, a atender toda la demanda.
Como se dijo algunas empresas presentan valores de pérdidas técnicas razonables y no técnicas sujetas a monitoreo constante. Sería importante promover la confección de balances por alimentador (algunas empresas comenzaron a hacerlo). Es una tarea laboriosa pero sus resultados impactaran en la economía del negocio. Para ello habría que identificar las herramientas modernas que faciliten esta tarea (hard y soft). Podría enmarcarse en un proceso de benchmarking general o de calidad de servicio.
También se recomienda el acercamiento a la CIER – que en cada país tiene un Comité Nacional- para participar del proyecto CIER 09 que constituirá un ámbito de cooperación e intercambio de experiencias a nivel latinoamericano.
Referencias
[1] Grandes Usuarios Mayores (GUMAs): Son aquellos que tienen, como mínimo, una demanda de potencia para consumo propio ≥ 1 MW, y de energía ≥ 4.380 MWh anuales,
Grandes Usuarios Menores (GUMEs): Son aquellos que tienen una demanda de potencia para consumo propio ≥ 30 kW, y < 2.000 kW (medición triple tarifa).
Grandes Usuarios Particulares (GUPA): Son aquellos que tienen en cada punto de conexión una demanda de potencia para consumo propio ≥ 30 kW, y menor a 100 kW (medición simple tarifa).
[2] Los dos Mercados estaban separados hasta marzo del 2006. Actualmente lo denominado MEM incluye ambos.
Realizado por: MR Consultores
Fuente: Procobre – ICA International Copper Association, ltd.
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